Me volví efímera ante muchos,
me volví incierta, una ilusión
un sueño que pronto acaba.

Me volví un desastre ante tus
ojos almendrados; ante tus
dulces iris chocolate.

Prometí no dejarte, prometí
no soltarte; pero, mi pequeño
iluso, no puedo cumplir las promesas.

Por eso, si algún día cuando
despiertes ya no me ves a tu
lado, no me busques en la cocina.

Si algún día mi olor desaparece
de tu cuerpo y tus almohadas,
no busques una explicación.

Te dejaré en tu burot aquel anillo,
junto con los girasoles y tus cartas;
Te prometo no llevarme tu corazón.

Por si algún día amor, decido
irme de tu lado, no quieras
impedirlo, no quieras detenerme.

Por si algún día ya no estoy contigo,
quiero que seas feliz, y que dejes
todo lo que vivimos enterrado en el olvido.

© Alina Arias