Sombra de lo que fuimos
Te escribo desde la penumbra de los días,
donde el tiempo se arrastra como un espectro,
y la línea entre amistad y amor
se difumina en el abismo de lo incierto.
Cada palabra tuya era un faro en mi noche,
y tu risa, una melodía macabra,
resuena en mi mente
como un eco que no conoce el olvido.
Tu piel canela, cálida como un ocaso siniestro,
¿fue un refugio o un espejismo?
Ese humor esplendoroso,
¿fue un enigma brillante o una ilusión fugaz?
Tu mirada, capaz de hechizar con solo verla,
me atrapaba en su abismo,
mientras yo, ciego de miedo,
permitía que la oscuridad...
donde el tiempo se arrastra como un espectro,
y la línea entre amistad y amor
se difumina en el abismo de lo incierto.
Cada palabra tuya era un faro en mi noche,
y tu risa, una melodía macabra,
resuena en mi mente
como un eco que no conoce el olvido.
Tu piel canela, cálida como un ocaso siniestro,
¿fue un refugio o un espejismo?
Ese humor esplendoroso,
¿fue un enigma brillante o una ilusión fugaz?
Tu mirada, capaz de hechizar con solo verla,
me atrapaba en su abismo,
mientras yo, ciego de miedo,
permitía que la oscuridad...