Letargo cuestionamiento
He pensado minuciosamente
la existencia de mi depresión continúa.
Por ir tan pronto a la cumbre,
velozmente aumenté el peso de mi caída.
En un lugar tan extraño aparecí...
¡Similar al infierno!
Terminó siendo un espejismo de mi sombra,
pero no era consciente todavía de ello.
Ese magma liberado;
esos sollozos consternados;
lágrimas ausentes de victimarios.
¡Era yo la esclava de las propias
cadenas que había formado!
Quise huir de allí;
no quería ver ni tampoco oír,
pero estaba en mi mente
una plena dictadura,
muchas penas había que impartir.
Atiné a busca la matriz de
la raíz de ese conflicto interno.
Llegue a la conclusión que
no entendí nada al respecto,
esas filas alineadas
con mis desconciertos,
no las sentía propias y
culpaba a otros en todo momento.
Esa creación que en mí habita
proyectaba en otros seres,
me acentuaba a ser víctima
de una historia trágica
que nunca trasciende.
Sé que no tuve la culpa
de algunas cosas...
¡Que insolente!
O
En su mayoría...
¡Qué hipócrita eres!
Pero mis errores son
por los rencores y
mi corazón siempre fallece.
¡No me conocía, por qué nunca me busqué!
Entonces me adentré a lo
más profundo de mi ser...
Escuchaba a los demonios
reírse de mí y correr...
Hasta que entendí que...
Una oscuridad muy densa
como un agujero negro
succionaba la poca luz
que alumbraba cerca de él.
Ahí comprendí que
estaba en el mismo lugar.
Aunque tuviera diferencia de edad
había accedido a poder evolucionar,
perdí muchas oportunidades para
poder avanzar, pero soy sensible y
tan rompible que hasta
una lenta brisa me puede aniquilar.
Esos cimientos tan firmes y
rígidos por mi manera de pensar,
empezaron a flaquear
hasta desvanecerse y
que locura tan ocurrente
que me estaba jugando el destino,
el peor enemigo que me habían establecido,
era una especie de esencia
que vive dentro mío.
¡Era yo!
¡Si, yo!
¡Qué maldita decepción,...
la existencia de mi depresión continúa.
Por ir tan pronto a la cumbre,
velozmente aumenté el peso de mi caída.
En un lugar tan extraño aparecí...
¡Similar al infierno!
Terminó siendo un espejismo de mi sombra,
pero no era consciente todavía de ello.
Ese magma liberado;
esos sollozos consternados;
lágrimas ausentes de victimarios.
¡Era yo la esclava de las propias
cadenas que había formado!
Quise huir de allí;
no quería ver ni tampoco oír,
pero estaba en mi mente
una plena dictadura,
muchas penas había que impartir.
Atiné a busca la matriz de
la raíz de ese conflicto interno.
Llegue a la conclusión que
no entendí nada al respecto,
esas filas alineadas
con mis desconciertos,
no las sentía propias y
culpaba a otros en todo momento.
Esa creación que en mí habita
proyectaba en otros seres,
me acentuaba a ser víctima
de una historia trágica
que nunca trasciende.
Sé que no tuve la culpa
de algunas cosas...
¡Que insolente!
O
En su mayoría...
¡Qué hipócrita eres!
Pero mis errores son
por los rencores y
mi corazón siempre fallece.
¡No me conocía, por qué nunca me busqué!
Entonces me adentré a lo
más profundo de mi ser...
Escuchaba a los demonios
reírse de mí y correr...
Hasta que entendí que...
Una oscuridad muy densa
como un agujero negro
succionaba la poca luz
que alumbraba cerca de él.
Ahí comprendí que
estaba en el mismo lugar.
Aunque tuviera diferencia de edad
había accedido a poder evolucionar,
perdí muchas oportunidades para
poder avanzar, pero soy sensible y
tan rompible que hasta
una lenta brisa me puede aniquilar.
Esos cimientos tan firmes y
rígidos por mi manera de pensar,
empezaron a flaquear
hasta desvanecerse y
que locura tan ocurrente
que me estaba jugando el destino,
el peor enemigo que me habían establecido,
era una especie de esencia
que vive dentro mío.
¡Era yo!
¡Si, yo!
¡Qué maldita decepción,...