Suerte o anheló
Inconscientemente solemos buscar las señales de una decisión ya tomada en el interior, desligarnos de las decisiones mas importantes o al contrario buscar una forma de motivarnos a hacer algo que solemos temer, hacer responsables de "algo más" por nuestras acciones o decisiones es una manera mas facil de soltar la responsabilidad de las mismas cuando tememos un resultado, aunque nuestro interior tenga ya una inclinación hacia algunos de los dos lados de la balanza...
Es complejo el sentimiento de la deriva cuando un corazón busca las respuestas de alguna duda, empezamos a buscar la silueta de figuras abstractas en el viento como señal, el ruido en el silencio o el caos en un momento de paz,. cualquier tipo de disonancia a la normalidad que nos guie hacia alguna respuesta en aquello que turbia nuestra mente.
Las dudas siempre invaden y el azar es un cristal roto que refleja nuestras ambiciones, donde jugársela puede acabar en tragedia.
Cuando la coincidencia baila al son del azar y camina a nuestro favor empezamos a cuestionar si se trata solo de la aleatoriedad de un momento o realmente las pinceladas ya están hechas dentro del marco de nuestra vida y podemos de esta forma azarosa seguir los trazos correctamente, cuando pides por dentro que un mensaje se transmita de alguna forma para saber qué hacer y miras con total detalle tu entorno para buscar alguna variante que no esté correctamente alineada, ahí estás buscando respuestas?.... O solo buscando excusas?....
Tal vez esa "señal" siempre estuvo como está pero nunca te percataste hasta ese instante que decidiste mirar con detalle, en ese caso ya no es especial, simplemente eres tú....
Pero la mayor señal está desde el primer instante que buscaste desesperado una respuesta que complazca tus dudas en algo tan variable, sabes que quieres. Ten coraje de aceptar tu camino que es tuyo. No cometas el acto irresponsable de poner tu propio cuidado en las manos de la nada, es como lanzarse al mar sin saber nadar y esperar que el agua te lleve sola a la orilla. "Si llego vivo es una señal, y si muero así lo quiso el destino", pero dime, quién decidió saltar?. Que poco lógico.
Hay que asumir que cada acción y decisión tiene consecuencias, la vida son constantes caminos que se abren y se cierran, si bien solo tenemos un pequeño porcentaje de control dentro de el gran flujo de la vida, eso no nos hace menos responsables de ciertas decisiones, ten valor de llegar lejos por tu propio criterio, en momentos de desesperación tal vez es mejor buscar un hombro o algun consuelo en la opinión de alguien cercano antes que disparar una bala al cielo para ver hasta dónde llega.
Cometer errores, tomar malas decisiones, y aceptar que no todo lo que quieres lo debes o puedes tener, es parte de crecer
...
Si el lado de la moneda que quieres desde el fondo de tu alma que salga también sabes dentro del mismo fondo que no es lo más adecuado para ti entonces debes domar tus impulsos, domar a tu yo más malcriado y enseñarle que no todo es bueno para uno por más que lo quieras.
Hasta el dulce puede matarte si no lo controlas.
Corre, salta, cae, equivócate, pero ve lo lindo de saber que eres un ser de constante aprendizaje, ve hacia atrás y mira todo lo que has logrado y avanzado... Acaso eso también fue suerte? Fue destino?.
No, fuiste tú.
© CalidezErrante
Es complejo el sentimiento de la deriva cuando un corazón busca las respuestas de alguna duda, empezamos a buscar la silueta de figuras abstractas en el viento como señal, el ruido en el silencio o el caos en un momento de paz,. cualquier tipo de disonancia a la normalidad que nos guie hacia alguna respuesta en aquello que turbia nuestra mente.
Las dudas siempre invaden y el azar es un cristal roto que refleja nuestras ambiciones, donde jugársela puede acabar en tragedia.
Cuando la coincidencia baila al son del azar y camina a nuestro favor empezamos a cuestionar si se trata solo de la aleatoriedad de un momento o realmente las pinceladas ya están hechas dentro del marco de nuestra vida y podemos de esta forma azarosa seguir los trazos correctamente, cuando pides por dentro que un mensaje se transmita de alguna forma para saber qué hacer y miras con total detalle tu entorno para buscar alguna variante que no esté correctamente alineada, ahí estás buscando respuestas?.... O solo buscando excusas?....
Tal vez esa "señal" siempre estuvo como está pero nunca te percataste hasta ese instante que decidiste mirar con detalle, en ese caso ya no es especial, simplemente eres tú....
Pero la mayor señal está desde el primer instante que buscaste desesperado una respuesta que complazca tus dudas en algo tan variable, sabes que quieres. Ten coraje de aceptar tu camino que es tuyo. No cometas el acto irresponsable de poner tu propio cuidado en las manos de la nada, es como lanzarse al mar sin saber nadar y esperar que el agua te lleve sola a la orilla. "Si llego vivo es una señal, y si muero así lo quiso el destino", pero dime, quién decidió saltar?. Que poco lógico.
Hay que asumir que cada acción y decisión tiene consecuencias, la vida son constantes caminos que se abren y se cierran, si bien solo tenemos un pequeño porcentaje de control dentro de el gran flujo de la vida, eso no nos hace menos responsables de ciertas decisiones, ten valor de llegar lejos por tu propio criterio, en momentos de desesperación tal vez es mejor buscar un hombro o algun consuelo en la opinión de alguien cercano antes que disparar una bala al cielo para ver hasta dónde llega.
Cometer errores, tomar malas decisiones, y aceptar que no todo lo que quieres lo debes o puedes tener, es parte de crecer
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Si el lado de la moneda que quieres desde el fondo de tu alma que salga también sabes dentro del mismo fondo que no es lo más adecuado para ti entonces debes domar tus impulsos, domar a tu yo más malcriado y enseñarle que no todo es bueno para uno por más que lo quieras.
Hasta el dulce puede matarte si no lo controlas.
Corre, salta, cae, equivócate, pero ve lo lindo de saber que eres un ser de constante aprendizaje, ve hacia atrás y mira todo lo que has logrado y avanzado... Acaso eso también fue suerte? Fue destino?.
No, fuiste tú.
© CalidezErrante