En un rincón de mi memoria,
brilla un recuerdo con gran fulgor,
una época de gloria y sonrisa ,
donde la felicidad era nuestro gran motor.

En el patio de casa jugábamos,
sin preocupaciones ni temor,
saltábamos, reíamos, soñábamos,
construyendo castillos enlazados de amor.

El sol brillaba con fuerza en el cielo,
nuestros corazones rebosaban alegría entre fantasía,
cada momento era un anhelo,
cada risa, una nota entre melodías.

Recuerdo aquel día de verano,
cuando juntos descubrimos el mar,
corrimos hacia él con entusiasmo insano,
y nos sumergimos en su inmensa agua sala'a .

Ese recuerdo es como un pequeño tesoro,
que guardo en lo más profundo de mi ser,
me llena de paz y de consuelo,
y me hace sonreír sin cesar
éramos fuertes entre las olas,
que nos daba todo y acariciaba nuestras almas, mientras rugía con nosotros la mejor de sus sonrisas.

La infancia se desvanece rápido,
pero esos momentos quedan grabados a fuego en mi piel,
son la luz que alumbra mi camino,
y me hacen sentir plena y fiel.

Cuando cierro los ojos,
vuelvo a aquellos días de antaño,
sé que aunque el tiempo haya pasado,
ese recuerdo seguirá haciéndome sonreír con amor y esperanza por donde esté.

Con la valentía del duende,
emergen sus alas el mar de Nerón
y abrigada en sus frías aguas ,
todo ese día fue para mí la mejor....


libélula 🦋
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