Desarmándome.
Escupo oscuro y el sabor es metálico.
No insinues que estoy loco, la paranoia me consume el alma y no sé si estoy vivo o vago como otro idiota.
Anoche el hacha me mordió la mano, cuando tan solo pude sentir alivio ante tanta agonía.
Me doy asco.
El mañana está a la vuelta de la esquina y la piel me arde.
Arranqué mi palidez del rostro como si se tratara de una mascarilla.
Quise saludar a mi vecino por la ventana pero, recordé que no tenía mi mano.
Mi cerebro da tantas vueltas que solo tengo impulsos de deteriorarme.
Esta casa es un...
No insinues que estoy loco, la paranoia me consume el alma y no sé si estoy vivo o vago como otro idiota.
Anoche el hacha me mordió la mano, cuando tan solo pude sentir alivio ante tanta agonía.
Me doy asco.
El mañana está a la vuelta de la esquina y la piel me arde.
Arranqué mi palidez del rostro como si se tratara de una mascarilla.
Quise saludar a mi vecino por la ventana pero, recordé que no tenía mi mano.
Mi cerebro da tantas vueltas que solo tengo impulsos de deteriorarme.
Esta casa es un...