...

8 views

Indulgente
Ámbar de artrocolcolas y palmitas a su trato, en un soplón regaña a su gato.
Y enterrarse con su propia calavera viniendo de su espejo no hay nada, ni nadie que lo vea.
visito la casa en sus días menesteres envolviendose en una capa y así escapar de la helenística variedad de sus zarzas.
Ya no se tiene el don y todo se ha caído, hasta el cielo se pone caliente pronto caerá.
ya no hay quien lo consuele, por qué nadie lo quiere.
¡oh, pobre indulgente!
Se viste y se calza para tanta gente, se olvidó de sí mismo.
¿ Qué hará mañana no se sabe, que haré después con el mundo al revés?
Exorta el conmovido, adiestrandolo cada día para tenerle a sus pies.
Entre falacias y maravillosas epopeyas todo lo envuelve, donde el pecado no es generacionalidad, si no hipocresía ante la ignorancia de una criatura.

@Clandestina.
© All Rights Reserved