Vestidos de rojo
Hoy vestido,
en rojo uniforme voy,
allí donde me tienen preso.
No, no es tan malo
cómo algunos dicen.
Y sí, prefiero eso que nada.
Pero lo que, aunque trates
de ignorar,
es cierto,
es que soy cautivo.
Sí, puede que cautivo
resignado,
incluso feliz,
y conocí allí a
bellas personas que
ahora hacen camino
junto a mí.
Pero cautivo soy
Por alguna razón,
palabras como revolución
suenan huecas
dichas aquí dentro
Por alguna razón mis versos,
si dichos allí fueran,
no serían menos molestas
que la voz del profesor,
ni tampoco más escuchadas
que el crujir de los zapatos
del alumno que va al baño.
No, allí pocos entienden
de poesía.
Allí pocos escuchan la voz
que grita en su interior:
“¡Revolución!”
No, no una revolución
con armas.
Una revolución
en pos de la vida.
“¡Queremos...
en rojo uniforme voy,
allí donde me tienen preso.
No, no es tan malo
cómo algunos dicen.
Y sí, prefiero eso que nada.
Pero lo que, aunque trates
de ignorar,
es cierto,
es que soy cautivo.
Sí, puede que cautivo
resignado,
incluso feliz,
y conocí allí a
bellas personas que
ahora hacen camino
junto a mí.
Pero cautivo soy
Por alguna razón,
palabras como revolución
suenan huecas
dichas aquí dentro
Por alguna razón mis versos,
si dichos allí fueran,
no serían menos molestas
que la voz del profesor,
ni tampoco más escuchadas
que el crujir de los zapatos
del alumno que va al baño.
No, allí pocos entienden
de poesía.
Allí pocos escuchan la voz
que grita en su interior:
“¡Revolución!”
No, no una revolución
con armas.
Una revolución
en pos de la vida.
“¡Queremos...