Había comenzado el paso
A un infierno alcanzado
Por falta de diplomacia
O un trato ya pactado

Lanzaron al cielo
Ojivas que nos vieron
Ya resignados en desiertos
De deseos no acabados
Y fulminado sentimiento

Que se alzaron al clero
Para pintarlo de holocausto
Quedando en nuestros ojos
El brillo de desgracia
Asolado en miradas
Despreciando el silencio

Tal suerte que tuvimos
La magnitud del espectáculo
Que brillaba en la altitud
Nos causo desenfreno

Caía en las palabras
Del gobernador enfermo
Que postrado en una cama
Veía como esta parvada volaba

Negaron toda salida
El acceso ya cerrado
Era solo burbuja
De lo que pasó de presagio
A ser, a decir verdad,
Fatídico regalo

Se posaron entonces
Las personas en el campo
Convertido ahora
En un rural análogo
Del suelo estigioso
A fuerzas vulcanizado

Conociendo ya el destino
Avisado prematuro
De lo que en un pronto futuro
Reduciría a cenizas
Del pueblo cualquier fruto

Hubo una clara comparación
De porque el sol relucía más
Como si fuera de todos
Los artistas celestiales
El único piadoso
Irónicamente el mas grande
Humildemente centelleante

Mostraba el lado tierno
Del que nos abrigaba en el amargo día
Que empeorar no podía
Tal que mejorar parecía
Pues mientras mas pronto acabaría
La llegada a su averno
Donde no solo hombres iban
Mujeres y niños a la par sufrirían
Animales y plantas, flores y larvas
Que tal vez no entendían
Igualmente pasarían
Eventualmente el tardío
Aterrizaje de la bandada
Aunque no llegarían en frío
Se lo llevarían de paso
Y a presentarles la agonía
Para recordar a todos
Lamentablente no se irían
Que mientras mas alto canten
Mas fugazmente cesaría

© CONDETA