Café...
adictivo...?
o acaso es...
un amigo...?

Hablo aquí del café negro,
al que "tinto" le llamamos también,
el que a tu vida le hace un reintegro
reanimándola en un santamién.

Bendito él,
que termina la labor del despertador,
te acompaña al escribir la poesía en el papel
y te anima en un momento de desazón.

Espanta el frío de tu ser,
llena de recuerdos una conversación,
te ayuda a recordar un bello atardecer,
y te trae recuerdos en medio de su evaporación.

Muy ligero y endulzado
para brindárselo a alguien especial,
que aunque Ausente siempre está a nuestro lado
con sus letras de linaje celestial.

Y si es fuerte y de azúcar poca,
así como me gusta a mí,
trato de buscar la forma
de escribir un poema que te agrade a tí.

Un buen café es la manera
de comenzar muy bien el día,
en la bruma del vapor que genera
tienes mil historias para escribir una poesía.

El café te inspira,
el café te provoca,
él no espera que se lo pidas
cuando ya quiere estar en tu boca.

Disfruta el café...
hay uno muy especial,
aquel que viene por internet
cuando te invitan un café virtual.

Hoy me quedé esperándolo,
yo tampoco lo envié,
me quedé como sonámbulo,
me puedo equivocar , pero creo que ella también.

Bueno café endulzado,
y también contigo amargo café,
gracias por haberme dado
las letras de esta poesía que ya publiqué.

© Rapugar