Estaba lista para irme, y mientras cruzaba la puerta alguien se puso en frente y me arrebato el lugar.

Quedé encerrada en esta existencia, donde el camino a la felicidad es tan largo y su efecto tan corto.
¡Un camino tan agotador!

Como odio a los felices, los envidio, en extrema profundidad. Debería ser ilegal estar tan completo.

¿A quién engaño? con esta doble moral, deseo morirme con cada palpito de mi corazón y deseo ser tan feliz que no me quepa la dicha en el pecho.

Deseo que alguien me saque de esta absurda soledad en la que estoy tan cómoda. Y me enseñe a vivir en este mundo del cual soy tan ajena.
© pizark blaf