Cálida noche en la que duermes a pierna suelta, descansa mi amor, que yo velaré en la distancia tu pernoctar, no tengas miedo que si la madrugada trae consigo oscuridad silenciosa yo te cantaré mis poesías y prosas, te veo aquí sobre este lecho mi bella luciérnaga, te veo y puedo sentirte cerca, pero estás tan lejos en ese mundo de los sueños sempiternos.

La suerte fue hechada, no se puede hacer nada, hoy debe ser desconectada,¿ son palabras o puñaladas? quién decide el vivir o ir al mundo de los sueños, acaso no es capaz el ser humano de humanizarse ante el sufrimiento ajeno o es que en lugar de corazón se tiene hueco vacío de sentimiento.

Hilando el corazón de mi amada para que despierte del sueño en el que duerme, hilo y aguja en mano se encuentra el cirujano costurando la herida abierta de su pecho, déjame entrar grita en hondonada mi alma sin ningún derecho.

Hilando el pecho frío de lo que fue mío, entrega total, dormiré para siempre, hasta siempre mi amor, vive con mi corazón, ya que, siempre te perteneció.

Adiós mi amor
Ezequiel
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