MARIPOSA DEL MAR
Translúcida, impalpable,
sin formas definidas
como en un mal sueño
al irte sin adioses, ni abrazos desasidos
hasta del recuerdo desapareciste
solo quedó desvanecida una bruma opaca,
como amanecer neblinoso en un puerto ignoto
como en las pesadillas difíciles de recordar
como el silente y sordo aleteo de una mariposa
Y a más esfuerzo
se desvanece más el sueño. Ni eso queda

Estabas dentro de mi, en mi cuerpo
en el torrente de mi sangre
en mi alma, en mi espíritu,
sin importarme la misera cala sin olas siquiera,
en donde te encontré.

De pronto,
quizás por la luz de un nuevo querer,
te escurriste sinuosa fuera de mi
por la locura frenética de esa nueva pasión,
después que asfixiaste cada nervio, cada tripa cada arteria
en el frenético y brutal escape para abandonar mi cuerpo y mi espíritu,
en el que vivías complaciente,
desde que ahí, acurrucaste tu necesidad y tu hambre,
tus duras...