*PENSAMIENTO CRÍTICO*

Volteo a diario mi sonrisa, nadie debe saber de mi dolor, nadie debe preguntar.

Me encuentro hundido en una depresión profunda, con la cara entre las rodillas deseando que por una vez, solo por esta puta vez, logre cerrar los ojos.

Mi mente esta a punto de estallar, mi corazón pide que ya no siga, lágrimas caen alrededor de mis mejillas y me pregunto: ¿qué tan necesario es todo esto? sin darme cuenta la vida se volvió una mierda, lejos de ser normal.

Normal, normal... ¡que hay con eso! ¿porqué debe ser una obligación y no un derecho?
Antes de volverme loco ya órbitaba lejos, donde el peso del pasado no pesaba, donde el amor se podía sentir en las flores y ahora, esa palabra es la meta, como si de alguna forma la normalidad pudiera regresar el tiempo.

¡Qué haré entonces! buscar algo que ya está muerto se volvió anormal; vivo en el cementerio llamado vivo, queriendo acabar con lo que siento para que no me consuma.
De estar en mis zapatos cualquiera se hubiera atado la soga al cuello.

Hay una crisis en mi cabeza y no miento; creía que si ponía la otra mejilla, una y otra vez podría al fin alejar un poco la obscuridad, mi fiel acompañante, pero siento que si me voy nadie lo va a sentir y a nadie le romperé el corazón.

Mientras más trato de avanzar, más me sumerjo en el fondo del pozo, ya no hay manera de volver a tener el alma limpia: me enamore de la sombra, dueña de lo sombrío,
dueña de cada verso.
No necesito un pretexto para poder hablarle a mi subconsciente, ya no me queda ganas para seguir luchando.

Te diría que la vida es bonita pero cuando estás tocando fondo, todo lo miras gris.

Quisiera que cambie, mis ganas de matarme están más latentes, pero tampoco soy Judas para colgarme de mis dudas.
Cuando la penumbra tome todo lo que queda de mí, por fin podré descansar tranquilo.

*Jazz y Nar*

Jueves 4 de Julio 2024
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