Trato de encontrarte pero mis palabras no te alcanzan...
Te busco en la oscura noche cerrada de tu actual indiferencia
Me acorazo con los recuerdos de un amor tan dulce, tan simple, tan pleno
Mientras tu nuevo ser me desarma con mentiras, con engaños, con ausencia…
Trato de encontrarte porque aún, desde el fondo, a veces, te asomas
Te escapas para encontrarte conmigo, vulnerable y sencillo, amable y cálido…
Dulce compañero de mi alma, te busco para atesorarte, para abrazarte, para amarte
Pero te escapas de mis manos como la arena, como el agua, como el aire…
Me pareces inmaterial. Tal vez te he imaginado o te he soñado…
tal vez fuiste otra mentira que quise creer porque lo necesitaba
tal vez la rutina, tal vez el dolor, tal vez los desencuentros fueron la causa. Probablemente el orgullo…
Tal vez el desamor.
Y sin embargo, a veces, vuelves a emerger a la superficie de tu nuevo ser
Y él me permite tenerte otra vez, poco tiempo, sólo unos días tal vez… Y por esa promesa yo te espero…
El tiempo ha pasado y cada vez te siento menos. Aún te sigo esperando…
Y en tu lugar ahora sólo queda ese hombre que me trata como a un extraño, como a un enemigo
Y no puedo comprender tanto rencor, tanto desdén, tanta pasión sólo por herirme el alma…
Y me desespera. Y me enfurece. A veces quisiera romper el mundo, golpear la vida… Me agota
Y aquí he continuado esperándote por mucho tiempo pero cada vez la espera se hace más larga, más dolorosa, más desesperanzada…
Pero de repente comprendo que algo en mí ha cambiado, ya no puedo creerle, ya no puedo esperarte…
Sin embargo sigo aquí, otro amor me retiene, otros dolores me encadenan, los suyos son los míos…
Ese amor que nació del nuestro me necesita entera, fuerte y firme
Ya no tengo ni tiempo ni fuerzas ni ganas de esperarte, de creerte, de soñarte…
Y, sin embargo, un día apenas asomas… Y lo descubro nuevamente: Aquí estoy… Todavía te espero…


Fabiana Elizabeth Agüero

© Fabiana Elizabeth Agüero