TU, CALMAS DOLORES DEL AMOR.
Hace ya un tiempo, que te encuentras allí. Oculta, durmiendo entre mis cosas olvidadas. Con el alma desnuda y sin cantar, solo vélas el alma mía, mi ángel musical.
Tú, que fuiste, mi sueño añorado, tú, que alegraste mis días con tu serenar, que calmaste dolores, en esas tardes grises, soltando melodías, descorazonando, mis penas vividas.
Te percibo, ahí, quieta, a la espera de que mis manos te vuelvan a abrazar, entrelazando ese cuerpo armonioso, curvo, de una escultural belleza. Que mis dedos se fundan, para que soltemos a viva voz, nuestro cantar, como lo hacíamos antes, cuando suspirabas bajo la hermosa luna o el sol brillar. También entre amigos a la orilla del mar, junto a una fogata esperando el amanecer de otro día para volver a brillar, o como en esos sueños de madrugada, cuando a mi lado desplegabas con tu alegre vibrar.
Quisiera que vuelvas, ¡¡¡Sí!!! Que vuelvas a sonar, que despiertes mi voz, que grita del fondo de mi corazón, mis tristezas de amor. Quisiera poder esta vez, tocarte, sin esa copa de alcohol, que me hizo olvidarte y caer en una depresión maliciosa, que fue el juego de apoderarme, de creer que lo que hacía estaba bien.
Guarda mi cuerpo una herida en el alma, ¡¡¡que pena!!!. La albergo en mí ser, y tengo miedo de salir de esta oscuridad, en la que me siento perdido. Mi vaso del dolor, sigue ahí, cada noche, sobre la mesa de luz, desvelando mis sueños, porque mi mente deambula enferma, entre medio de mis penas y dolores dl alma, donde el corazón malherido se va quedando sin latir, débil, suplicando perdón.
Tú ahí y yo acá, temiendo volver a tocarte.
Cuando te abracé aquella vez, hallé, lo que...
Tú, que fuiste, mi sueño añorado, tú, que alegraste mis días con tu serenar, que calmaste dolores, en esas tardes grises, soltando melodías, descorazonando, mis penas vividas.
Te percibo, ahí, quieta, a la espera de que mis manos te vuelvan a abrazar, entrelazando ese cuerpo armonioso, curvo, de una escultural belleza. Que mis dedos se fundan, para que soltemos a viva voz, nuestro cantar, como lo hacíamos antes, cuando suspirabas bajo la hermosa luna o el sol brillar. También entre amigos a la orilla del mar, junto a una fogata esperando el amanecer de otro día para volver a brillar, o como en esos sueños de madrugada, cuando a mi lado desplegabas con tu alegre vibrar.
Quisiera que vuelvas, ¡¡¡Sí!!! Que vuelvas a sonar, que despiertes mi voz, que grita del fondo de mi corazón, mis tristezas de amor. Quisiera poder esta vez, tocarte, sin esa copa de alcohol, que me hizo olvidarte y caer en una depresión maliciosa, que fue el juego de apoderarme, de creer que lo que hacía estaba bien.
Guarda mi cuerpo una herida en el alma, ¡¡¡que pena!!!. La albergo en mí ser, y tengo miedo de salir de esta oscuridad, en la que me siento perdido. Mi vaso del dolor, sigue ahí, cada noche, sobre la mesa de luz, desvelando mis sueños, porque mi mente deambula enferma, entre medio de mis penas y dolores dl alma, donde el corazón malherido se va quedando sin latir, débil, suplicando perdón.
Tú ahí y yo acá, temiendo volver a tocarte.
Cuando te abracé aquella vez, hallé, lo que...