...

7 views

¿CONTINUE?
Tú eras un fuerte huracán y yo una erupción volcánica imparable. Eras una tormenta eléctrica y yo era un tsunami arrasador. Todo se asemejaba de forma contundente y nuestros días estaban contados si nos soltábamos sin preámbulos. Estábamos aferrados a nuestro inentendible amor… cada beso que nos dábamos era signo de deseo. La mirada nos delataba cuando nuestros cuerpos ardían por la necesidad de estar unidos… yo dentro de ti y tú sintiéndome y sosteniéndome desde fuera para no soltarme nunca más. Todo eso quedó varado y nos desprendimos por odio y remordimiento. El deseo era tan férreo e imposible de desprender. Acercarnos era signo de que nos comeríamos vivos y alejarnos era un leve castigo que nos hacía desearnos aún más.
Después de todo lo ocurrido se pensaba en un retorno, pero tú dejabas que tu orgullo se apoderara de ti. Yo deseaba estar contigo, pero tú… ¿pensabas en cómo te hacía mía y en cómo te tocaba con mis gentiles manos? Aunque tu corazón estuviera cerrado, sé que en el fondo anhelabas estar junto a mí. No podemos escapar de la realidad porque nos deseamos a la intensidad del sol.

¿Volverías a aquellos tiempos donde éramos felices sin importarnos todo lo demás?

¿Aún crees en la posibilidad de que nos pertenezcamos nuevamente?

Y dime…

¿Quieres que sea tuyo para que te haga mía sin medir mi fuerza y mis ganas de devorarte?

Mi cuerpo te extraña; sin embargo, mi corazón te quiere de vuelta y anhela que seas el motivo de sus palpitaciones fuertes en aquellas reuniones clandestinas.
© Brione Alessander