Estaba el Sol contemplando su belleza, pero siempre, sintiendo celos de aquellas amigas con tal proeza, pues para él, era imposible tan solo acariciar su cara risible, en aquel momento, en que él intenta desviar la atención de esas estrellas. La hermosa Luna, Diosa con firmeza grita con tal dureza a su amado Sol – “No, no vuelvas a prohibir todo ese amor que las estrellas me hacen recibir, entiende amado Sol que existen muchas formas de amar y cada una de ellas se deben separar”.

Lo que la Luna no sabía, era que el sol en sus emociones se lo consumía, pues él salía de día y ella se ocultaba, pero al final, ella de noche salía mientras él se escondía. Lo cierto es que las estrellas, a la Luna le hacían compañía durante la larga noche y esto al sol descomponía, a él haciéndolo sufrir y a ella su corazón achicándolo.

Miles de formas de Amar que permiten al mundo que mantenga su calor, aun cuando ese amor tenga dolor y busque cambiar al mar todo su color. El Sol con su fuerza hace de todo para no perder, que triste todo aquello por lo que el Sol se esfuerza mientras que la hermosa Luna se impacienta sin comprender.


Johel López
13/09/2020


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