me siento débil y me quiebro fácil, no me entiendo casi
desciendo como imbécil y no estoy bebiendo cáliz
y acá libro leo, pienso en un ak, libro mi cabeza
de la nada baraca besa por el duendo mártir.

me da señal y me porta tildón como portátil don
¡pero fuera! sólo quiere sacarme de este redondo errátil
me dará la visión de matarme con praxis ¿o no…?
a fuera un rostro gordo como alguien, dice: “lo compras si sonó.”

el mundo me da depresión y un mando mudo de presión
una conciencia de la sentencia, un conjunto de vidas del terror
no armo resistencia, me inundo de mi residencia, veo el dolor
vi mil diligencias, y sufro sin insistencia fue la mejor decisión.

y empeoro…
vaya noche…
tengo mis días contados.

nombrando la noche del día y las horas traslucidas
tomando pastillas sin un doctorado, y no me angustia
y mi furia rompe vidas turbias, pobres vistas sucias
y los fulgores de erosiones, pronuncian las lluvias.

pasan los días y no me siento vivo, sino muertosacan idas y venidas, me arrastra mi miedo, estoy jodido
un vacío siento, caído y herido, envuelto en riesgo
mi cuerpo entero, seco, pidiendo suicidio a gritos.

mi llorera llama era llano, erra llano, y yo acuchillado
allano allegro y allá no haya un fallo
amello aquella artillería , era yo ametrallado
apolillado llego, llenando llaneza brillando.

mi habitación encerrada de mi, habita en mi ser demigar
protección no acerada, melancolía acertada, me lanzo briza
y la doctrina no me aceptaba, cancelaban los enigmas
una vida sombría, ¿sabia en donde me metía? debilidad.

y me mandan a matar
ojala fuera yo, porque no quiero mas
estoy maldito, auxilio…
¡PAM!

en la mina baja, y te mata mi navaja
te arranco la cabeza y te aplasto la garganta
la mierda refleja y se aparenta a mi, diablo caza
presa enfrenta enfrente mio, disparo al canalla.

pensando en lo que hice, no suelo arrepentirme
deseando morirme, creo mi triste final con un rifle más
fusiles sutiles llamando a la verdad, ¿entendiste? jamás
mi libertad es mi crimen y mi límite es el origen de mi realidad en mi calaboso veo mil carabelas y en tu cara, velas
una luz de oscuridad que lamenta el hasta al fondo penas
la cruz, mi sentencia, la cordialidad de un dalmata foresta
y mi muerte da suerte a la huerta que da alma, tafo resta.

nunca cuchillo, pillo nunchaku y chillo y en la nuca hechizo
un capricho caido y ¡chas! aikido, quito el chasquido.
asilo paso, o asi lo pasmo, dales, prefiero paz, modales
deis modales, darico es dañino deismo dales.

pero escribo esto antes de mi suicidarme
que sepan que fui una buena persona mala
matar no era satisfaccion, ni venganza
solamente era una forma de poder matarme.

-mr. Elegant