En el rincón del alma, un susurro,  un latido errante, un eco oscuro,  donde las sombras juegan a esconder,  un corazón confundido empieza a ceder.

Bailan las dudas en un vals incierto,  entre risas y lágrimas, un amor desierto,  las promesas flotan como hojas al viento,  y el tiempo se detiene en un triste momento.

Miro al horizonte, busco respuestas,  en el brillo de estrellas, en noches honestas,  pero el camino se bifurca, se enreda,  y el corazón, perdido, en su laberinto queda.

¿Es amor lo que siento o solo un espejismo?  ¿Es fuego que arde o un sutil abismo?  Las palabras se enredan, se vuelven ceniza,  y en cada latido, la esperanza se frisa.

Así, en la penumbra, el corazón se aferra,  a un hilo de luz que la confusión cierra,  y aunque el destino sea incierto y temido,  sigue latiendo, un corazón confundido.
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