Llegué a un finito mas,
un finito un punto, pero no final,
llega el momento de los propósitos y las ansias de lo por venir,
pero me encanta dejar que me sorprenda el comienzo del siguiente parrafo,
agradezco las largrimas derramadas aunque no he resultó el misterio del porqué derramé tantas;
agradezco lo aprendido aunque las caídas dejaron marca, agradezco mis desiciones, pero aún más las espontaneas, agradezco más esos momentos en los que no pensé y me dediqué a sentir, agradezco las despedidas que tuve que hacer, eso me enseñó a crecer.
Agradezco de una y mil maneras que Dios no me dejó de lado a pesar de mi torpeza, pero así como me despedí, saludé y fuí feliz al ver a la gente venir.
Agradezco por las personas nuevas en mi vida y por la que se fue, con aquellos pasé valiosos momentos, pero este fragmento de vida me enseñó que dejar ir es parte de crecer.
Así que en mi nuevo fragmento de vida voy a ser feliz a sonreir sin razón, a caminar sin afán a disfrutar cada cosa, voy a amar y a dejarme amar.

© angelikdaza