Se envuelve en la oscuridad una figura
Un extraño sonido la llama por su nombre
Oid los pasos, un caminar lento y despacio
Continua hasta llegar a su cuarto

Cuando llega, en su cama se sienta
Dormida e inocente ella
Siente un calor fuerte y envolvente
Elevada en los aires se siente

Sacada de este mundo, Cual inocente
Abre los ojos, se estremece
La realidad tras pared le lacera
Y probar del dolor debe ella

Sentada frente a una mesa
Dos vasos son colocados
Y su contenido es distinto
La decisión cambiará su destino

Uno está echo de brillante jade
Contiene el rojo y exquisito vino
El otro, un vaso de lo más simple
Conteniente de la más sencilla agua

Sin embargo, la copa de jade
Bordada cual venenosa espina
Y el común vaso de la más barata madera
En solo un trago su agua se va

La Inocente niñita eligió el vaso de agua
Pero le ataron de pies y manos
Fue obligada a beber el rojo tormento
Y mientras lo bebía, su piel se marcaba

Se marcaban dolorosas heridas
Ella lloraba, el dolor no soportaba
Nadie le consolaba, mientras sangraba
Pero era el inicio de un hermoso diamante