#33: AQUÍ
Hubo un tiempo en que escribí sobre vos sin siquiera conocerte.
No sabía tu nombre ni de donde venías.
Tampoco podía saber el color de tus ojos o cómo sería tu rostro.
Pero te escribía, te soñaba y me imaginaba cruzar un día cualquiera por tu vereda.
Había días que la utopía llegaba a lastimarme por dentro.
Porque pensaba que era simplemente eso, una utopía que un ser humano albergara amor en su pecho y quisiera entregármelo a mí.
Y una mañana apareciste sin buscarte, sin buscarme.
Ambos, dos lobos solitarios persiguiendo sueños.
Entablamos el inicio de aquello que...
No sabía tu nombre ni de donde venías.
Tampoco podía saber el color de tus ojos o cómo sería tu rostro.
Pero te escribía, te soñaba y me imaginaba cruzar un día cualquiera por tu vereda.
Había días que la utopía llegaba a lastimarme por dentro.
Porque pensaba que era simplemente eso, una utopía que un ser humano albergara amor en su pecho y quisiera entregármelo a mí.
Y una mañana apareciste sin buscarte, sin buscarme.
Ambos, dos lobos solitarios persiguiendo sueños.
Entablamos el inicio de aquello que...