...

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La visita...
tocaba a mi puerta
con mano serena
la penumbra hermosura
de su canto en vela

dos veces toco
pauso y volvió
su paso sentí
más valor no tome
no me moví

toco de nuevo
por tercera vez
su voz mi nombre canto
con decadencia sarcástica
como saboreando mi desgracia

toco de nuevo
con más insistencia
no fueron dos
fueron cinco
y con cada golpe
resonaba un grito

me rehuse de nuevo
pero jamás se canso
en vela la noche pasamos
pues ninguna se movió

toco una última vez
tras eso mi puerta abrió
con temor mire sus ojos
pues ya no había de otra
por mi había llegado
con su guadaña
con su manto

que quería de mi
lo sabía con exactitud
temía la realidad
pero de mi se apoderó

toco con desde mi mejilla
sus labios en ella posó
y tomándome de la mano
junto a ella me llevo

quizá no estaba lista
más mi momento con ella llegó
cubriendo más mi mano
junto con ella me encaminó

tocando fondo me encontraba
cuando con la muerte me cruce
lista yo no estaba
y ella no creyó en mi

piadosa de mi la dama
otra oportunidad me dio
luego de atormentarme
mi faena comprendió

una simple muchacha
que la vida no comprendía
sabia ella que vivir necesitaba
aunque aquello dolía

soltó mi mano
y un casto beso le otorgó
se dio la vuelta
sola me dejo

en la penumbra
ella me dio la elección
desdeñosa me miró
y todo comprendió

que valor no tenía
para irme aquella noche
que mis intentos en vano fueron
que era una cobarde en vida
y más lo seria en muerte

me miro una última vez
la vuelta se dio
con ronquera me expreso
"pueda que hoy no sea,
pero a la próxima...

cuando el dolor en su apogeo te tenga
vendre y mía seras
cuerpo, alma
aunque viva ya no...."


© bellMontero