Todos sabemos que el tiempo
Cambia a las personas.
Sino viviríamos de juntar retazos de realidad
Como coleccionando figuritas estáticas
De personajes que conocemos de cuerpo completo

¿Pero quien se encarga de moldearlos?
De llevarlos por el camino dorado,
O de dejarlos a su suerte
En medio de un bosque, o al borde de un precipicio.

Todo el tiempo hay factores externos
Que nos atraviesan,
Buscando nuestro punto de quiebre.
Y en el afán de una maniobra al estilo matrix
Nos sumerjimos en un nuevo nivel de sueño
Mas inmersos en nosotros mismos
Pero menos conscientes del tiempo
Que afuera nos consume.

Me lleva a un sueño, un recuerdo propio
Que observo desde un espejo a doble faz
los chicos y yo disfrutando de nuestras risas
Sin suponer que ya habrían rastros
De lo que hoy son solo eso, recuerdos.

Una experiencia personal que se publicita
En todas las carteleras de mi subconciente,
Y del que hago oralidad
Para que todas las preguntas
Se contesten en el imaginario singular
¿Es mejor contemplar la realidad
Esquivando las consecuencias de nuestros actos
O vivir de los recuerdos,
Observando cada instante único
Encapsulando el tiempo en esos fragmentos
Que percibimos como felicidad?

Quizás,
Podría consumirme en mis victorias y derrotas
Transformar mi visión de las cosas
con cada poema, con cada canción
Jamás volver a pensar en el que podría haber sido
O quizas,
Haría un mapa como modelo expositivo
De todos los pequeños momentos perfectos.
Compilados por mi,
y por las figuritas que llamé amigos.

O tal vez deba volver al mundo real
Bajarme de la nube que llora por mi peso
Dejar que las leyes naturales hagan lo suyo
Despedirme de lo que hoy me aqueja
Y que a nadie parece importar.

© gustavo albornoz