Buena suerte.
Puede que sea una niña pequeña a la que necesites castigar para que aprenda a portarme mejor la próxima vez. Puede que haya hecho algo mal, puede que me merezca esto porque tú tienes razón y yo no. Quizás este condenada a fallar en todas las cosas que hago y necesite mejorar mi forma de actuar. Puede que no necesites escuchar nada más que una disculpa y una súplica para merecer volver a tu vida de manera indefinida. Puede que si hago todo eso por fin sea lo suficientemente buena para ti. O puede que no. Puede que la única manera de tenerte contento sea comportarme como tú quieres que lo haga y agacharme cada...