...

3 views

Mirada.
Cuando te conocí, me enamoró tu mirada, quizá especulaba que tus ojos me mirarían en la madrugada, donde pacientemente te esperaba.

Conocí el amor en tu mirada, tenías experiencia, una puntería desarrollada para que al primer disparo tu amor a mi corazón llegara.

Un hechizo, o quizá una fachada, no me importaba, porque profundamente yo te amaba.

Conocí una realidad muy limitada, principalmente fundada en aquello que sólo tú brillante mirada aprobaba.

Mencionabas que también me amabas, marcando mis idas y mis llegadas, una larga jornada de trabajo donde las consecuencias de la desobediencia estaban dadas.

Logré romper la marcada brujería que tus ojos hacían, tomé mi espada, respiré, y por unos segundos pude ver la realidad tan marcada.

Lo vi en tus pupilas: manos aferradas, donde la puerta de salida estaba cerrada. Un anuncio de retiro de una cruzada, gritaban prolongando su dolor y anunciaban que huir era la decisión más apropiada.

Una huida planificada, dónde tus ojos me observaban y rogaran que me quedara.

Fue una decisión acertada, entregada por aquellos que anteriormente fueron condenados por tu mirada.


© Zadkiel