Frente a ti estoy,
figura que me observa.
Reflejo fiel de lo que ansía mi mente,
quisiera sonreír como tú, pero no puedo.
¿Por qué es complejo este laberinto?
Con mi subconsciente perdí el duelo,
en el espejo me veo, pero acompañado
de quienes más amo, ausentes en la realidad.
En el suelo me siento, sin palabras,
recordando a mi padre y abuelos queridos.
Echo de menos tantas cosas,
como la sonrisa dibujada en aquella boca.
Anhelos atrapados en el cristal,
tan cerca, pero tan lejos de alcanzar.
¿Por qué todo es tan complicado?
Cada pensamiento aumenta la sensación
de carencia, de vacío.
El espejo me muestra una felicidad ilusoria,
mientras la vida real se desvanece.
Bonita fachada en el reflejo,
pero en mi interior, un torbellino de locura.
Esta cara no es mía, sino la del deseo,
un deseo inalcanzable, doloroso.
Me miro al espejo y mi corazón se acelera,
tristeza se refleja en mí, sonriendo sin razón.
Atado me siento, pesadas son las cadenas,
preso de metas inalcanzables, sueños lejanos.
Si Cupido no fuera tan cruel,
tal vez tendría la oportunidad de ser feliz,
pero mi corazón roto se llevó todo lo demás.
En el reflejo, tú y yo unidos,
abrazos que solo existen en mi mente.
Compartiendo momentos inexistentes,
evadiendo la realidad, saltando trabajos ficticios.
Todo lo anhelado frente a mí,
pero impotente ante la ilusión.
¿Cómo enmendar lo irreparable?
Quizás salga del oscuro pozo en el que caí,
pero la sombra de la duda me acompaña.
La vida vale la pena, pienso,
pero los problemas persisten, sin marcharse.
Evito alzar la mirada, ver la realidad duele,
aunque la visualice, años pasarán sin lograrlo.
En el espejo veo a un extraño,
sonriente y optimista, ajeno a mi realidad.
El odio se apodera de mí en esta vida real,
quiero ser él, dame una señal.
La depresión me consume, me deja inerte,
sintiendo que la vida se escapa de mis manos.
Una vez más aquí estoy,
frente al cristal, soñando despierto.
Los reflejos no son reales,
una ilusión pasajera que mi corazón anhela.
Me veo feliz, sin preocupaciones,
dominando mis miedos y luchando mis demonios.
En el espejo no veo fama ni riquezas,
solo una vida sin drama, anhelo de muchos,
pero también mío.
No encuentro recompensa al final del camino,
sin cielo ni Edén, sigo recto, sin buscarlos.
Entre las piedras de la vida,
solo veo en el espejo una imagen,
una sombra de lo que podría haber sido.
El futuro parece lejano,
la visión borrosa, sin rumbo fijo.
No sé qué depara el mañana,
pero esta incertidumbre es hermosa.
Las cosas frente a mí cambiarán si cambio yo,
parte de mi progreso, de mi evolución.
Si mi don es inspirar a otros con mis versos,
quiero verlos llenar estadios en el espejo.
Sueños que desvarían en mi mente,
una canción que solo es ficción,
basada en mi desolada ilusión.
Hoy, al mirar al espejo, vi un deseo,
uno incierto, improbable de cumplir.
Tal vez nunca se haga realidad,
o tal vez sea una utopía que solo gobierna mi felicidad.
Hoy, al mirar al espejo, me vi,
con el corazón lleno pero vacío,
una sonrisa forzada en mis labios,
sabiendo que el reflejo es un engaño,
disfrazado de verdad.
© Darcko