Sí, soy yo, la chica del mundo. Nunca he tenido un lugar al cual pertenecer, nunca he llamado a un puesto mi hogar, no puedo, no lo tengo, no lo he tenido y probablemente no lo tendré.
Mi hogar soy yo, mi hogar es el mundo. Tengo la facilidad de transformar un lugar desconocido en algo muy parecido a un hogar, no termina de serlo porque sé que próximamente terminaré en un lugar nuevo.
Mis padres, bueno mis padres siempre temerán por su hija y su andar, sin embargo, yo nunca dejaré de andar y andar y seguir andando. Quiero una vida rica de experiencias, despertarme un día y pensar en todo lo que hice, recordar mi adolescencia, los riesgos que tomé sin pensar en el que dirán.
La vida es una, por más que suene “cliché” así es, estamos en este plano terrenal por un instante y desaparecemos con la misma velocidad.
Hazte justicia, equivócate, toma el camino que creías el correcto y tal vez no lo era, cómo tal vez sí.
Tenemos derecho a saber que hubiera pasado y qué pasó.
Soy feliz, en mis errores y aciertos, soy feliz porque intento, me equivoco y sigo intentando.
Pertenezco al mundo, a mi mundo, a mis vivencias y a lo que está por venir.

© fabianaaranzaens