Te conocí cuando no tenía ganas de conocer a nadie y ahora tenés una versión mía que ni siquiera yo creía que podría mostrar.

Te conocí cuando en mi vida no había lugar para cambios y ahora, ya no reconozco lo que era antes de tu llegar.
Simplemente te conocí, y lo simple de conocer a alguien, ya no tiene tanta simpleza, ya no es tanto al azar, te conocí cuando tenía que despertar.

Hoy en día me conozco, como siempre quise conocerme, te conozco como nunca pensé conocerte y nos reconozco como me gustaría reconocernos siempre...

Significas tanto y no te lo reconozco lo suficiente, porque..., ¿cómo podría? Si lo suficiente no alcanza y si te reconozco de más, es un exceso.

Me importas mucho, es más, demasiado diría, si una palabra lo describiera, sin embargo, las palabras me quedan mudas y los párrafos sin sentido, los dichos se me acortan y todo se vuelve un lío.

Volvería a empezar, para explicar lo dicho por mi sentir, pero sería en vano, ya que lo dicho está dicho y si lo repito no se entendería.

Solo diré que te conocí cuando me buscaba, entonces, te encontré buscándome y me encontré cuando ya te amaba, ¿que significará?
Quizás algo más que siento sin sentido o un sentido que le da mi cerebro al amor que por vos siento desmedido.

Jamás lo sabremos, supongo, o suponemos, al final, ¿qué es el amor?, ¿un sentir eterno? O ¿un efímero calor de invierno?
Ya fue, vení y abrazame, pasemos esos calores riendo, los fríos abrazadas y las lloviznas durmiendo, quizás, sea eso el amor, pequeños momentos que se vuelven eternos...

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