Primordiales
Ya no hay canto en las estrellas,
solo el eco de su piel,
sus sombras retorcidas
forman sueños de papel.
Más allá del viento muerto,
donde el frío no se ve,
los Primordiales duermen,
En las sombras de la fe.
No existen ni en la muerte,
no viven ni al pensar,
son los pulsos de un abismo
que jamás podrás nombrar.
Los ves cuando no miras,
los sentirás en tu piel,
son las grietas en el cielo,
son la voz que nunca fue.
En cada pensamiento,
en cada respiración,
Hay un eco inacabado
que desarma la razón.
Las formas se disuelven
cuando tratas de entender,
los Primordiales ríen,
y su risa es el ayer.
Un lenguaje sin palabras,
un silencio que es poder,
como vértigo en la sangre,
como un Sol que va a caer…
Su reino es el vacío,
cruel abrazo...
solo el eco de su piel,
sus sombras retorcidas
forman sueños de papel.
Más allá del viento muerto,
donde el frío no se ve,
los Primordiales duermen,
En las sombras de la fe.
No existen ni en la muerte,
no viven ni al pensar,
son los pulsos de un abismo
que jamás podrás nombrar.
Los ves cuando no miras,
los sentirás en tu piel,
son las grietas en el cielo,
son la voz que nunca fue.
En cada pensamiento,
en cada respiración,
Hay un eco inacabado
que desarma la razón.
Las formas se disuelven
cuando tratas de entender,
los Primordiales ríen,
y su risa es el ayer.
Un lenguaje sin palabras,
un silencio que es poder,
como vértigo en la sangre,
como un Sol que va a caer…
Su reino es el vacío,
cruel abrazo...