Caía el viento frío en la navidad que se festejaba esa noche.
Las campanas sonaban en las montañas y en los caminos.
Después de un año gozaban de viandas y manjares para satisfacer su apetito; con la melancolía en la zozobra de sus sueños, con la desesperación y miseria en el ápice de su locura fueron vestigios de incertidumbre.
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