...

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Insaciable
Totalmente desnuda en la cama, observa al poeta encorvado sobre el papel.
Sus versos dibujan cada detalle de su cuerpo: 
Deseos... Fantasías... Atracción...

El suave tacto de las palabras provoca escalofríos inexplicables, 
Su cuerpo, frenético, anhela sus brazos.

El poeta, con aspecto de niño perdido, mira a su amada con una sonrisa. 

¿Qué opina?

Acostada boca arriba, acaricia ligeramente sus pezones, susurra su nombre. 
Absorto en sus pensamientos, siente el perfume de la cereza en armonía con sus deseos. 
Besos mojados, corazones acelerados.
Los movimientos sincronizados buscan el máximo placer.

Luces multicolores incendian sus cuerpos extáticos, explosiones de pasión los bañan en sudor.
Desmayados, se quedan dormidos en la madrugada de invierno. 

Murillo Kollek

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