Cuando escapa el alma.


En las noches calladas,
mientras duermen todos,
escapa del cuerpo el alma,
escurridiza entre esa calma
apacible y solemne.
Deambula desorientada
por calles adoquinadas,
levita por encima de las sombras,
buscándose entre las tinieblas
consigo misma encontrarse.

Ah, ¡qué hermosa luce
la silenciosa armonía
tras el velo humoso invisible
que opaca sutilmente la brillantez
sobre la faz de...