Agraciada desgracia...
Le doy las gracias a
esta burocracia centralizada.
Superflua organización
que sueña con mi matanza.
Una tanza sostiene la balanza,
lanza injusticias a este cuerpo mortal.
Una mortaja taja mi consciencia de cristal.
Mis pensamientos que suavemente
acarician mi mediocridad.
Eficacia al soñar con mi
suspicacia que suspira.
Audacia por saciar con
una pizca la agonía...
Tenía en mis manos
el tablero del destino;
desteñido de sentidos;
recibido con silbidos
decadentes del abismo.
He sido ultrajada;
baraja que raja mis intestinos,
testigos de la disociación de mi realidad.

¿Qué es la realidad cuando estás anclada a tus creencias?
¿Podrás sobornarlos?
¡Irracional existencia!
Era sabido que los vidrios
punzo cortantes de mi
psiquis son un gobierno
que convive conmigo...

¡Ya declaramos la sentencia!

¡Malditos hijos de perra!
¿No logran ver que alcé la bandera?

¡El exterminio de tu ser buscamos!
¡Fue una reunión donde llegamos a una conclusión concreta!

Eran ríos mis venas,
ya no corre sangre,
ahora hay sequía por
taparlas con mis lemas...
El concreto enterró los
lienzos húmedos de mis poemas...
¡Mi flor se encuentra en el desierto muerta!
Una letal letanía.
¡Ni las letras podrán salvarte!
¡El martirio será eterno
así qué no te entusiasmes!
Entonces queridos amigos...
¡Terminaré hasta el letargo plasmando arte!
¿Sabés tú que eres?
¡Una demente irremediable!
¡Desgastamos a tus semblantes!
Mente y corazón están en guerra,
antes que terminen flaqueando
por completo por un pretexto y
al instante saca tus armas y
deja correr esas...